¿Cómo afrontar una mudanza con niños?

Para los mayores realizar una mudanza puede ser una tarea muy importante, pero sabemos que es para un bien mejor. Pero para los niños una mudanza  puede ser muy determinante para su vivencia.

Tenemos la ilusión de mudarnos a nuestro nuevo hogar y conocemos las ventajas y los beneficios de este cambio pero para los niños en algunos casos no lo viven como algo positivo sino como una ruptura de su normalidad y de cambios en sus espacios de seguridad personal.

Por ello te aconsejamos que trabajes con tus hijos para que el proceso de la mudanza sea más llevadero.

Haz que participen en el proceso de la mudanza pueden preparar el plan para realizar la mudanza de su habitación. Como si fuera una misión o una aventura.

• Transmítele la ilusión de que hay algo nuevo y bueno por llegar. Compartir la ilusión y los sueños que traerán esta mudanza.
• Hacer una lista pensando las nuevas oportunidades, juegos, excursiones que se podrán hacer en el nuevo hogar.
• En el proceso de embalar y proteger los muebles y las pertenencias debe participar a su medida en las tareas de embalaje. El plástico de burbujas es un aliado para los momentos más aburridos…
• Hablar abiertamente y planificar la rutina de los días en la nueva casa tras la mudanza. Con el objetivo que vea que todo sigue igual y que su entorno es estable y seguro.
• Por último y más importante, escucha sus sentimientos, angustias o dudas. Una conversación a tiempo evita discusiones.
• Dependiendo de la edad podría ser un buen momento para volver a ver «Toy Story» y prever haciendo un símil con sus juguetes que no perdiera ningún juguete por el camino o que seleccione los juguetes que realmente quiere.
• Filosofía oriental, un bueno momento para enseñarle a tus hijos en una mudanza las ventajas del feng shui… ya sabes que lo que no se utiliza en los últimos 6 meses…debes echarlo ya que no lo utilizas a menudo. 

El proceso de la mudanza con niños no acaba en la mudanza previamente antes de realizar todo el movimiento tenemos que trabajar con los más pequeños las consecuencias directas que les afectaran, principalmente el cambio de colegio y de amigos.

Por eso, tendremos que ayudarle a pensar y a cómo gestionar esta nueva oportunidad de conocer a nuevos compañeros con nuevas vidas y experiencias. Aprender a ver el lado positivo de los cambios y no centrarse en que ya no verás a sus amigos de siempre.

Realizar activades lúdicas en la nueva localización podrás ayudar a que los niños se visualicen en la población de su nuevo hogar. Y si surge la oportunidad de jugar con niños de la zona aún lo tendremos mejor.

Buscar nuevas activades extraescolares, asociaciones culturales o centros de actividades deportivas donde ellos puedan participar podrán ser un motor de ilusión para nuestros hijos.

Si son muy pequeños puedes jugar a pintar las escenas como si fuera un comic de todo el proceso de la mudanza. Jugar a imaginar como será el camión de mudanzas. Jugar a envolver los juguetes y a seleccionar los que ya no vaya usar puede ser una excusa positiva para hacer limpieza.

Si son pequeños puedes simular lo que pasará con todo el proceso de la mudanza jugando con el «Lego» o el «Playmobil» que te podrán servir para cubrir todos los momentos, la carga, el transporte y la instalación en la nueva ubicación. Durante mucho rato podemos conseguir que distraiga con la el juego de la mudanza.

Si ya no están para juguetes podéis ver nuestros videos para haceros una idea de como funciona nuestra grúa elevadora o de como lo hacemos para transportar objetos voluminosos.

Para afrontar todo cambio la clave está en la positividad, una mudanza significa un cambio importante para los niños. Darles la noticia con antelación y hacerles partícipes de la necesidad del cambio ayudará a rebajar la tensión.  Cuanto más tiempo tengan para explicarlo más fácil será la asimilación del cambio.

Fomentar la cualidades y ventajas de la nueva ubicación es clave. Tenemos que despertar el interés y la curiosidad para que se vayan imaginando en un nuevo entorno tras la mudanza.

Una vez que se realice el traslado, comenzar con las rutinas familiares para que los niños se sientan de nuevo en su hogar.

Observar, hablar con ellos, mantener el contacto con profesores y con sus nuevos compañeros y antiguos amigos nos podrá dar información complementaria del estado anímico de nuestros hijos.